EDITORIAL DE AGOSTO-Por Jorge Pedro Rebagliatti

Qué es un Contrato Psicológico?

Ciertamente he escuchado muy pocas veces, casi ninguna en todos los años de mi carrera profesional, que en las empresas se mencione este término o que por lo menos se dedique un tiempo para considerar este tema y la implicancia que su falta de tratamiento puede generar en las personas.

El contrato Psicológico es la expectativa recíproca del empleado y de la organización que cada uno tiene con relación al otro. No es formal, no es escrito,  y tampoco tiene cláusulas.

El incumplimiento de estas expectativas lleva al deterioro del contrato psicológico llevando a la desmotivación y llevando en algunos casos a que el empleado no cumpla enteramente con su parte del débito laboral, es decir que empiece a frustrar las expectativas de la otra parte.

De a poco puede aparecer situaciones de ausencias al trabajo, llegadas tarde, adhesión a huelgas e incluso llegar al sabotaje, hablar mal de la empresa dentro y fuera de ella o de sus directivos, para finalmente desvincularse de ella.

El Contrato Psicológico va cambiando con el correr del tiempo a medida que van cambiando las necesidades de las organizaciones y de las personas.

La interacción psicológica entre empleado y organización es un proceso de reciprocidad donde la empresa realiza o no ciertas cosas por el trabajador, lo remunera, le brinda seguridad y status, de modo recíproco el empleado responde trabajando y desempeñándose en sus tareas. Aquí vale el dicho entonces de “Amor con amor se paga” …

Cuando la organización cumple el contrato “formal” exclusivamente y no el psicológico puede ocurrir que los colaboradores empiecen a manifestar bajo rendimiento y menor satisfacción en vista de que no logran sus expectativas intrínsecas.

Por el contrario, si estas se cumplen tanto económica como psicológicamente, los trabajadores se sienten satisfechos, permanecen en la empresa y tienen un alto nivel de desempeño.

En la medida que las necesidades y las fuerzas externas cambian, cambian también las expectativas, convirtiendo el Contrato Psicológico en un contrato dinámico que debe negociarse constantemente. El Contrato Psicológico es un poderoso determinante de las organizaciones, a pesar de que no aparece escrito en parte alguna, pero debe ser tenido muy en cuenta por quienes dirigimos personas, indagando, entrevistando, escuchando, tratando de estar un paso delante de las expectativas y necesidades  para no vernos sorprendidos en forma tardía. Es parte de las obligaciones de un buen gerenciamiento.